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Universidad de Valparaíso acogió exitosas XVIII Jornadas Chilenas de Derecho penal y Ciencias penales

Más de 40 docentes y profesionales nacionales y extranjeros se dieron cita en la actividad organizada por el departamento de Derecho penal y el CIFDE UV.

La Escuela de Derecho de la Universidad de Valparaíso fue escenario de la décimo octava versión de las Jornadas Chilenas de Derecho penal y Ciencias penales, actividad académica correspondiente al encuentro criminalista más importante en su género en el medio nacional.

La actividad se organiza anualmente con el objetivo de generar un espacio de diálogo en torno a diferentes temas y problemáticas de la disciplina, y en esta oportunidad contó con un abundante público y una notable selección de ponencias y exposiciones.

Las XVIII Jornadas Chilenas de Derecho penal y Ciencias penales fueron organizadas por el departamento de Derecho penal de la Escuela de Derecho de la UV, con el apoyo académico y técnico del Centro de Investigaciones de Filosofía del Derecho y Derecho penal (CIFDE) de la casa de estudios, en conjunto con el Instituto de Ciencias Penales de Chile.

Ceremonia de inauguración: “El valor del principio de ofensividad en la era posmoderna”

La actividad de inicio de las jornadas fue encabezada por el director de la Escuela de Derecho Claudio Oliva, quien estuvo acompañado por el director del CIFDE Luis Villavicencio, y el profesor de la Universidad de Trento (Italia) Gabriele Fornasari, quien en la oportunidad dictó la conferencia inaugural “El valor del principio de ofensividad en la era posmoderna”.

En su intervención, el director Claudio Oliva aseguró que “como el número de estas jornadas sugiere con bastante elocuencia, se trata de una actividad que ya tiene una muy respetable regularidad, que hace que tenga un papel ganado ya dentro de la cultura jurídica chilena, y tal vez resulte aún más destacable que la entidad que está detrás de estas jornadas, el Instituto de Ciencias Penales, es aún mucho más antiguo”.

“Esperamos que la muy fructífera discusión que se dé aquí pueda ser perpetuada mediante su publicación, y creemos que una muy buena vía para eso es nuestra Revista de Ciencias Sociales, que supera ya el medio siglo, y que hace poco ha conseguido una segunda indexación, esta vez en SciELO. Finalmente, creo que la comunidad penal merece un reconocimiento en nuestro país y yo diría que mucho más allá de nuestras fronteras. El mérito que quiero reconocer a la comunidad de juristas dedicados al Derecho penal y disciplinas afines, es que esta es sin duda una de las áreas del derecho penal que más se ha prestado en las últimas décadas, para eso que se llama populismo penal o para simplemente hacer demagogia, creando nuevos delitos, subiendo penas o, ya en el ámbito procesal, aumentando excesivamente facultades de las policías. Es importante que los intelectuales de las distintas áreas actúen con seriedad y manifiesten su voz crítica frente a los excesos que a veces se cometen desde algunos actores políticos, lo cual sin duda será una gran contribución al bien común”, cerró.

Por su parte, el profesor Luis Villavicencio extendió sus “agradecimientos al comité que organiza estas jornadas, al comité académico, a nuestros invitados internacionales y expositores que vienen de otras latitudes. Tenemos tres días intensos para debatir y escuchar diversas ponencias y exposiciones sobre interesantes temas”.

“Como director del CIFDE, agradecer vuestro interés, asistencia y participación. Para el CIFDE constituye un honor co-organizar estas jornadas, porque es nuestro interés ayudar a cultivar las dos disciplinas que forman parte de nuestro centro. Antes de la pandemia nos tocó también coorganizar las Jornadas Nacionales de Filosofía del Derecho y ahora también contribuimos a la realización de estas jornadas de Derecho penal, y esperamos seguir teniendo estas alianzas fructíferas”, puntualizó.

Finalmente, el profesor Gabriele Fornasari dictó la conferencia “El valor del principio de ofensividad en la era posmoderna”, respecto al cual destacó que se trata también de un tema central en la discusión actual en Derecho penal en Italia.

“En el momento en que Chile enfrenta un estimulante desafío, como es darse por voluntad popular una nueva constitución que refleje su definitivo tránsito hacia los ordenamientos democráticos, creo que puede constituir una contribución el ofrecer una definición acerca de un principio penal, cuál es el principio de ofensividad, sobre el que sin embargo a veces se forman reparos sobre su verdadera capacidad de funcionar como filtro selectivo de la actividad del legislador y criterio para la actividad interpretativa del juez”, puntualizó.

En el desarrollo de su conferencia, llevó a cabo un examen sintético de las raíces históricas del principio, para así entender su relación con la estructura teórica del Derecho penal liberal, examinar las dudas de quienes lo consideran inadecuado en la era de la posmodernidad, y enunciar los argumentos a favor de este principio y de su relevancia constitucional.

Mesas de exposiciones y ponencias

Las XVIII Jornadas Chilenas de Derecho penal y Ciencias penales contaron con 12 mesas de exposiciones y ponencias, además de albergar la mesa de jurisprudencia del Instituto de Ciencias Penales. Junto con ello, se llevó a cabo un acto en memoria del profesor Miguel Soto Piñeiro, encabezado por el profesor de la Universidad de Chile y la UAI y doctor honoris causa de la Universidad de Valparaíso, Antonio Bascuñán.

Durante los tres días de duración del encuentro, se reunieron más de 40 docentes y profesionales de Chile y el extranjero, quienes, además de presentar ponencias que abordaron diferentes temas sobre la responsabilidad penal, general y especial, contemplaron una serie de exposiciones dedicadas a grupos temáticos circunscritos, seleccionados por la comisión organizadora y el comité académico de la Jornadas, correspondientes a Constitución y recodificación penal, problemas actuales en la teoría y dogmática del delito, cuestiones dogmáticas y criminológicas de la conmensuración y ejecución de las penas, preservación de la naturaleza y Derecho penal, y evolución del orden público económico y repercusiones penales.

Ceremonia de cierre: “Protección de la naturaleza y Derecho penal”

La actividad de clausura de las jornadas fue encabezada por el presidente de la comisión organizadora y presidente del departamento de Derecho penal de la Escuela de Derecho de la UV, José Luis Guzmán, quien estuvo acompañado del representante del comité académico de las jornadas, Héctor Hernández, y la profesora de la Universidad de São Paulo (Brasil) Helena Lobo da Costa, quien dictó la conferencia de clausura “Protección de la naturaleza y Derecho penal”.

En su intervención, la académica Helena Lobo da Costa indicó que “reflexionar sobre la protección penal del medioambiente ha sido un inmenso desafío en las últimas décadas”. En el abordaje del tema, dividió su presentación en tres grandes ejes, correspondientes al pasado, presente y futuro de la protección de la naturaleza con el empleo del Derecho penal.

“No es necesario decir que el ser humano dependió siempre del medio ambiente, pero a lo largo de la historia humana, durante mucho tiempo la destrucción del planeta no fue una preocupación para el hombre, especialmente porque el modo de vida humana no llenaba mayor impacto que el plantea podría regenerar. Por eso la protección ambiental no era vista como un objetivo autónomo, y sí solo intermediado por la idea de preservación de la tierra para la agricultura, gestión de la caza para mantener existencias mínimas que garanticen la continuidad de la actividad, entre otras”, añadió.

“Solo en la segunda mitad del silo XX, el hombre entendió que sus actividades aumentaron demasiado en razón de la población más grande, pero fueron especialmente aceleradas por las imposiciones de acumulación y consumo excesivo del capitalismo. La protección al medioambiente pasó a ser en ese momento motivo de preocupaciones más directas e inmediatas, lo que se reflejó también en el Derecho”, puntualizó. 

Posteriormente, Héctor Basualto se dirigió a los presentes para agradecer a los colaboradores “por una organización perfecta y espléndida, donde se destaca además el hecho de volver en forma definitiva a la presencialidad, saliendo de duros tiempos que no tocó vivir”.

“La calidad de las discusiones, los colegas extranjeros con sus aportes, en general todo ha salido muy bien estos tres días y estamos todos muy agradecidos. Además, me corresponde informar que la sede de las XIX Jornadas se realizarán en noviembre de 2023, en el campus Guayacán de la UCN, en la ciudad de Coquimbo”, cerró. 

Finalmente, el profesor José Luis Guzmán cerró la jornada indicando que “confío personalmente en que la evaluación de expositores, ponentes, conferencistas invitados y de nuestro público, sea lisonjera. En todo caso, me parece que las jornadas han cumplido el objetivo de reunir en persona durante tres días a parte significativa del penalismo chileno, para conocer y discutir los temas que solicitan interés científico en este momento. La comisión organizadora quiso relevar determinados temas en la convicción de que, además de su interés actual, tienen una proyección perdurable que acompañará a la sociedad chilena durante varias generaciones”.

“Sin embargo, estimo que los penalistas seguimos sin estar enteramente a la altura del gigantesco desafío presente de nuestro país, de ese nuevo pacto social democrático no cupularmente acordado, de cuyo éxito depende la posibilidad de darnos los ciudadanos un nuevo Código Penal. Temo también que nos amedrenta o no hemos calibrado en toda su dimensión, la necesidad de que se establezca una relación diferente entre el hombre y la naturaleza, de la que pudiera surgir, además, una nueva forma de relacionarnos los seres humanos a través del Derecho, y es que estamos inmersos en una época de grandes transformaciones, no muy diferente de la que enfrentaron nuestros mayores a finales del siglo XVIII. Por eso cuando, de muy buena fe, nos sumergimos en nudos interpretativos de la ley penal presente, o criticamos las aberraciones de las últimas reformas al Código Penal y a la legislación penal especial, tal vez no reparamos en que este es el Derecho de un tiempo moribundo, de un derecho que ha nacido muerto”, destacó.

“Nosotros, quienes cultivamos el derecho penal, podemos y debemos, dentro de nuestra muy limitada área, contribuir a que esa alta política surja y funcione. No otro es el sentido de lo que llamamos política criminal, una política criminal atenta al estado del Derecho penal, uno bastante estropeado por lo demás, pero con la mirada clavada en el Derecho penal del porvenir. Ese que nacerá pavimentado con los principios, la organización y con los bienes y derechos consagrados en una constitución digna del espíritu democrático del pueblo soberano”, añadió.

“Hago votos para que este empeño contemplara hacia adelante, en vez de tropezar una y otra vez con las piedras del sendero de todos los días. También de que invertiremos nuestras mejores energías espirituales en la tarea de dar al país una mejor organización institucional, organización que deberá emerger del afán de volver a reunir en una empresa común a una comunidad quebrada, desintegrada socialmente. Esta reunión solo es factible en un ambiente pluralista, sin limitaciones impuestas por unos pocos contra otros muchos”, cerró.

El registro audiovisual completo de las XVIII Jornadas Chilenas de Derecho penal y Ciencias penales se puede revisar acá: https://bit.ly/3EKGaE8

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