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Profesora Daniela Marzi expone en Congreso Internacional de Brasil

La profesora Daniela Marzi fue parte de los exponentes que participaron en el  “IV Congreso Internacional de Estudios Jurídicos sobre Trabajo, Tecnología, Multinacionales y Migraciones”, evento académico organizado por la Universidad Federal de Minas Gerais de Brasil llevado a cabo entre el 17 y el 20 de abril.

Intervino en el panel “Desenvolvimiento económico global entre las crisis: nuevas expresiones de desigualdades, vulnerabilidades y precariedades”, coordinando junto a los profesores Jackson Passos, Flavia Souza y Máximo Pereira el grupo de trabajo llamado “Género, raza, sexualidad, LGBTs y vulnerabilidades: reconfiguraciones en el universo del trabajo, de las tecnologías, de las multinacionales y de las migraciones”. La base de las ponencias seleccionadas para ser presentadas forma parte de doctorandos de diversas universidades brasileñas.

Según cuenta la académica, “la ponencia trató sobre la introducción de tecnología en las formas de trabajo, intentando definir qué de nuevo y qué de tradicional tiene el elemento tecnológico. Sostuve que en el caso de Uber, a partir de un estudio de Trebor Scholz, de la New School de Nueva York, que esto más que innovación tecnológica se trata de evadir regulaciones, y que eso no tiene nada nuevo, porque está en el ADN del capitalismo el intentar evadir el control. Que eso se da muy bien en Chile, porque en el proyecto de ley para regular Uber ni siquiera se plantea el problema laboral, y que eso lo acompaña que, en Chile, dada la debilidad del sindicato, no hay fuerza para presionar por normas protectoras laborales, lo que no significa que ellas no sean deseables socialmente. Por ejemplo, en Seattle y en Austin los tribunales reconocieron el derecho de los conductores a sindicalizarse y la empresa amenazó con irse, eso tampoco es nuevo, es la amenaza permanente e histórica ante las reivindicaciones de mejores condiciones de trabajo”, dice.

Agrega que, dentro de su intervención, hizo saber que falta un creíble y buen estudio económico que permita saber cuál es la relación del trabajo que se destruye con aquel que se genera por la tecnología, y cuánto de ese trabajo destruido corresponde a un tipo de trabajo poco calificado, además de saber cómo impacta más en ciertas áreas que en otras la introducción de la tecnología. Esto con el objetivo de saber cuánto de propaganda y de realidad hay, y saber si existe una amenaza ante el posible reemplazo de las máquinas.

La profesora de la Escuela de Derecho de la UV sostiene que una de las ideas compartidas en el Congreso fue la pérdida de la protección laboral en todos los sistemas occidentales, hecho que se visualiza, por ejemplo, en el uso de falsos honorarios en el Estado, la creación de nuevos tipos de contrato con menos derechos o la antisindicalidad.

“En Brasil acaba de haber una reforma laboral en 2017 muy profunda que flexibilizó el despido, creó nuevas formas de contratación, que hace prevalecer el contrato individual por sobre el contrato colectivo en varias materias, etc., a la que siguió una masiva destrucción de empleo, diferencia de la reactivación económica que se sostenía se produciría, y esta reforma quiere ser replicada por el Gobierno de Macri en Argentina. Lo interesante es que este es un nivel de análisis, el de los contratos regulados en la ley, pero además se analizó el efecto de las migraciones, también separando mito de realidad, ya que debido a que las personas ancianas superan con creces a las que nacen, y esa tendencia es mundial y no se va a modificar, el aporte de la migración es favorable a las economías nacionales”, explica.

El congreso fue tema también para la migración, ya que se expuso que uno de los problemas centrales es que los países no saben ocupar a los migrantes, muchos de ellos calificados, en puestos para ser aprovechados gracias a la formación dada por otros países, optando por mandar a trabajos precarios.

Para la académica el congreso fue el escenario para reflexionar sobre el trabajo. Según explica, sólo se conocen las cifras a partir de casos denunciados, números que son inferiores a las reales, pero que cree que las cifras han crecido. Reflexiona que el espacio del trabajo se desarrolla en condiciones de inhumanidad y como parte de ese engranaje, funciona la economía.

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