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Profesor Antonio Bascuñán dictó conferencia inaugural de año académico 2015

“Escojan lo arduo, no lo que promete la satisfacción inmediata”. Ese fue uno de los mensajes que entregó a los jóvenes el profesor Antonio Bascuñán Rodríguez, quien tuvo a su cargo la exposición central del acto de inauguración del año académico 2015 y bienvenida a los nuevos estudiantes de la Escuela de Derecho de la Universidad de Valparaíso.

La solemne ceremonia se realizó en el Aula Magna de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales y estuvo encabezada por el decano Alberto Balbontín; el director Claudio Oliva y el presidente del Centro de Estudiantes de Derecho (CED), Pedro Palma. Asistieron cerca de 300 personas entre profesores, alumnos, familiares, abogados e invitados especiales.

El acto incluyó una conferencia inaugural titulada “La libertad sin esperanza”, dictada por el profesor de las facultades de Derecho de las universidades Adolfo Ibáñez y de Chile, Antonio Bascuñán Rodríguez, además de intervenciones del decano y del presidente del CED.

Asimismo, se entregó el diploma que acredita la obtención de la Beca de Honor de la Universidad de Valparaíso a María José Clarke, estudiante matriculada con el más alto puntaje en la nómina de seleccionados de la carrera.

El decano Alberto Balbontín expresó a los alumnos de primer año, en nombre de la Facultad y de la Escuela de Derecho, la satisfacción por su ingreso: “queremos brindarles –agregó- la más afectuosa bienvenida y felicitaciones por su paso a la vida universitaria”.

Luego agradeció al profesor Bascuñán su participación en este solemne acto y reseñó que el académico invitado “ha dedicado parte importante de su talento y esfuerzo al análisis de las estructuras conceptuales –jurídicas y culturales- que posibilitan el despliegue autónomo de la libertad personal y, a la vez, a identificar los condicionamientos que la restringen”. Señaló, además, que “su aproximación no se ha reducido a la producción de un muy sofisticado material académico: consciente de que la autonomía y sus límites se viven en el plano de la cotidianeidad, ha intervenido activamente en el debate público relativo a los más diversos matices que puede adoptar su defensa frente a los continuos riesgos que la acechan”.

Por su parte, el profesor Balbontín manifestó que la Escuela de Derecho UV, con sus 104 años de historia, “no pasa desapercibida a la hora de hacer el balance de su tarea de formar abogados para nuestro país; abogados que se han destacado en las más diversas esferas de esta profesión, que nos prepara para desempeñarnos con total propiedad, eficiencia y éxito en el foro, en la política, en la judicatura, en la academia, en la diplomacia, en la administración pública o de empresas privadas, etc.”

CED

Por su parte, el presidente del Centro de Estudiantes de Derecho, Pedro Palma, hizo un llamado a los jóvenes “a participar, a ser protagonistas de su desarrollo profesional y personal, protagonismo que debe trasladarse también al ámbito público”, advirtiendo que la carrera de derecho “es preponderantemente política, que hoy se encuentra tan desprestigiada”.

Asimismo, pidió a los estudiantes involucrarse en los debates y ser críticos, pero también recalcó que “la participación, el progreso e incluso la revolución van de la mano con la responsabilidad de hacerse cargo de las consecuencias de nuestros actos y de nuestras decisiones”.

Recalcó que “es muy fácil criticarlo todo desde una revolución falsa por las redes sociales, inventando cosas y buscando el desprestigio. Pues bien, yo no hago así la política y ustedes tampoco; nosotros no hacemos ese tipo de vida universitaria”.

LIBERTAD SIN ESPERANZA

El profesor Antonio Bascuñán comenzó su exposición reconociendo que el título de su conferencia era provocativo. “Y es un poco contraintuitivo –añadió-, porque se podría imaginar que se va a hacer una citica de la liberad sin esperanza o que se trata de un lamento. Pero  lo que quiero es hacer una distinción entre los distintos tipos o clases de esperanza, defendiendo la idea de que es bueno vivir una libertad sin cierta esperanza, porque ella conduce a la desilusión, y liberados de esa posibilidad de desilusión vivimos una mejor libertad. Ese es mi mensaje central”.

Entre otras reflexiones, durante su conferencia, dijo que la esperanza, “como virtud teologal, es nefasta para la libertad” y acotó que este concepto “no es una virtud moral simple y no debe entenderse solamente como un simple esperar, sino más bien como un expectar”.

Al ser consultado si consideraba que su tesis era algo pesimista, el académico señaló que “ese es precisamente el efecto que se quiere buscar, una advertencia al público juvenil acerca de cuál es la esperanza que vale la pena y cuál es la que es solamente fuente de desilusión”.

Finalmente, al pensar en un consejo para los jóvenes que inician la vida universitaria, el destacado académico dijo que les recomendaría “que escojan lo arduo, lo que cuesta, no lo que promete la satisfacción inmediata”.

RESEÑA PROFESOR ANTONIO BASCUÑÁN

El profesor invitado Antonio Bascuñán, es Licenciado en Ciencias Jurídicas y Sociales por la Universidad de Chile; Diplomado en Derecho por la Universidad de München; Profesor de Teoría del Derecho y Derecho Penal en la Universidad Adolfo Ibáñez y en la Universidad de Chile; y Socio Fundador de Libertades Públicas.

Ha sido Consejero del Colegio de Abogados entre 2007 y 2011; Asesor de la Comisión de Constitución, Legislación y Justicia del Senado en la tramitación de las leyes de reforma del Código Penal en materia de delitos sexuales y corrupción de funcionarios públicos; Miembro de la Comisión Redactora del Código de Ética Profesional del Colegio de Abogados; y Miembro de la Comisión Redactora del Anteproyecto de Código Penal de 2013.

Entre sus publicaciones recientes se cuentan un comentario crítico a la sentencia del Tribunal Constitucional sobre la penalización de la homosexualidad juvenil, un comentario crítico a la sentencia de la Corte Suprema sobre la impunidad de la grabación subrepticia de conversaciones y “El Mito de Domat”, una crítica a la teoría del profesor Alejandro Guzmán Brito sobre el origen histórico de las reglas de interpretación de la ley del Código Civil chileno. Actualmente se encuentra elaborando un trabajo de investigación sobre la metodología de la interpretación de la ley atribuida a Montesquieu, que a su juicio también es un mito.

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