La actividad llevó por título “¿Es posible y útil el diálogo interreligioso?”.
En una actividad organizada por la Asociación Internacional para la Libertad Religiosa (IRLA) en Chile, el Foro de Libertad Religiosa y la Escuela de Derecho de la Universidad de Valparaíso, se llevó a cabo el coloquio sobre el libro “Cartas entre un idólatra y un hereje”, el que fue encabezado por los autores de la publicación, los profesores Manfred Svensson y Joaquín García-Huidobro, en un panel moderado por Ricardo Salas, académico de la Escuela de Derecho UV. Durante la jornada además se presentó el anuario de IRLA Chile, por parte de la abogada Elizabeth Jiménez, asesora experta de Libertad Religiosa y secretaria de la Asociación Chilena de Diálogo Interreligioso.
Durante la actividad, que llevó por título “¿Es posible y útil el diálogo interreligioso?” intervino en primer lugar la secretaria de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales UV, Inés Robles, quien dio la bienvenida a los asistentes indicando que la jornada corresponde a un “escenario de discusión de temas que podrían parecer muy distantes al quehacer de una universidad y una escuela laica, pero que precisamente por ello son de vital relevancia, pues su contenido tiene que ver con el ejercicio de la libertad. En este caso de la libertad religiosa, la que no se limita solo a la libertad de tener alguna creencia o no, sino que va más allá de la mera elección y el ejercicio de un culto determinado, pues su vinculación se estrecha y complementa con la libertad de conciencia y la libertad de expresión que nos atañe a todos y a todas, y nos permite ejercer el pluralismo que declaramos”.
Posteriormente se dirigió al público Luis Saavedra, representante del director regional de IRLA en Chile, indicando que “esta actividad se desarrolla por tercer año consecutivo como un esfuerzo en conjunto entre la Escuela de Derecho UV e IRLA, evento que suele desarrollarse en torno a la fecha del 31 de octubre de cada año, cuando se conmemora el único feriado religioso no católico en este país, y que en parte recuerda el origen de las iglesias protestantes en occidente, es decir, la reforma protestante y el punto de partida de este valor tan necesario e importante para el desenvolvimiento de las libertades modernas: el pluralismo religioso. Vinculado a este mismo valor, cobra también gran relevancia la capacidad de diálogo entre los distintos referentes y culturas religiosas, especialmente en función de consolidar la convivencia pacífica al interior de las sociedades modernas, cada vez más diversas y plurales”.
Anuario 2018 de IRLA Chile
Durante la jornada se presentó el primer número del anuario de la Asociación Internacional para la Libertad Religiosa en Chile año 2018, dirigido por el profesor de la Escuela de Derecho UV, Ricardo Saavedra. La presentación estuvo a cargo de la abogada Elizabeth Jiménez, asesora experta de Libertad Religiosa y secretaria de la Asociación Chilena de Diálogo Interreligioso, donde la profesional explicó inicialmente que “un anuario es una publicación que recoge experiencias, datos y acontecimientos en relación a un tema concreto, que en este caso es el derecho a la observancia al descanso semanal de estudiantes pertenecientes a minorías religiosas. Es un anuario bastante singular, porque toda su temática se enfoca a una doble minoría: estudiantes de nivel superior que además pertenecen a minorías religiosas. Nosotros hemos sido espectadores durante los últimos 20 años de que las encuestas nacionales se han ido modificando respecto a la situación en la que nos encontrábamos las personas que pertenecíamos a ciertas minorías religiosas, la estadística ha ido mostrando que la sociedad chilena se ha ido diversificado, han tomado más fuerza ciertos credos religiosos por sobre otros, y también la opción de no creer o practicar ningún credo. Somos un país libre en ese aspecto, por lo que pertenecer a un grupo de estudiantes y que además están ejerciendo una minoría religiosa logra ser una doble especificidad dentro de lo que pretende este anuario”.
La profesional explicó que el anuario consta de dos partes, una donde se plantea la contextualización de los estudiantes pertenecientes a minorías religiosas que pretenden salvaguardar su derecho fundamental a que sea respetado su descanso religioso semanal, y en el planteamiento general se visualizan los aspectos preliminares relativos a los marcos jurídicos. “Hoy en día nadie pretendería discutir si la libertad religiosa es o no un derecho humano fundamental para las personas, pero hay ciertas situaciones especiales en las cuales un grupo de alumnos se ha encontrado en la dificultad de poder compatibilizar su adherencia a una determinada religión y un descanso religioso semanal y la institución educacional en las cuales han querido estudiar. Por eso es que la segunda parte trata sobre la tutela judicial del derecho a los espacios de descanso semanal de los estudiantes pertenecientes a minorías religiosas, donde nosotros exponemos la síntesis de jurisprudencia relevante”, añadió.
“Cada discusión respecto a los casos concretos que se analizan en el anuario va en el sentido de cómo es posible que un alumno no se pueda formar profesionalmente en una casa de estudios que ha escogido, con el ejercicio de libertad de conciencia, libertad de religión y la manifestación libre de ambas. Uno de los comentaristas explica que al pedir que se le respetara el ejercicio libre de su descanso religioso semanal, los alumnos no pretendían en ningún caso cambiar el reglamento interno de la universidad. Lo que ellos pretendían era ser tratados igualmente a partir de las diferencias, porque en una sociedad global y plural las diferencias son intrínsecas, y no podemos pretender una igualdad de trato cuando de base somos diferentes, y la libertad religiosa y el derecho a profesar un credo determinado y a descansar un día específico de una manera diferente, debe ser considerada como una excepción válida”, cerró.
Coloquio sobre el libro “Cartas entre un idólatra y un hereje”
Posteriormente, se desarrolló el coloquio sobre el libro “Cartas entre un idólatra y un hereje”, donde participaron los autores de la obra, profesores Manfred Svensson y Joaquín García-Huidobro, en un panel moderado por Ricardo Salas, académico de Derecho UV. En la oportunidad se analizó la discusión contenida en la publicación, nacida entre intercambios epistelares de los profesores, que reviven algunos temas pendientes entre sus respectivas iglesias, donde la historia y la filosofía cobran vital importancia.
Sobre la consulta inicial respecto a la figura del idólatra y el hereje, Joaquín García-Huidobro explicó que “evidentemente lo seguimos siendo después del libro. En un momento del diálogo yo le pregunté a Manfred, qué soy yo para ti, porque nosotros creemos en el mismo credo, yo acepto los mismos concilios que él no acepta, por lo tanto yo para ti no soy un hereje, yo para ti soy un idólatra. Si tú tienes razón, mi comportamiento respecto a la Virgen María o de los santos es un comportamiento idolátrico, tú lo perdonarás y comprenderás, pero si tú tienes razón, yo soy un idólatra, o por lo menos tengo ciertos comportamiento idolátricos; y si yo tengo razón tú eres un hereje, si existe algo así como el sacerdocio, la confesión que perdona los pecados, si Jesucristo está realmente presente en la eucaristía en los términos que yo los pienso, y tú no piensas eso, eso se llama herejía. Que sea muy amigo mío, eso es otro problema. Yo soy idólatra si es que él tiene razón, pero no soy solo idólatra; y él es hereje si yo tengo razón, pero no es solo hereje”.
“El problema del siglo XVI es que se entendían solo bajo esas categorías, y eso es un error profundo. Nosotros tenemos que acostumbrarnos a usar palabras duras que son compatibles con el cariño y con la amistad, y esto es un libro que tiene el mérito de que nos llamamos por nuestros nombres y decimos en lo que no estamos de acuerdo con el otro, pero no pasa nada y nos seguimos queriendo. Si uno tiene esa actitud en política, y para qué decir en religión, creo que es muy sano y que nos hace creíbles”, añadió Joaquín García-Huidobro.
Manfred Svensson añadió que “podemos pensar sobre eso conectando una vez más con la discusión sobre la libertad religiosa, porque se decía que esta es una libertad que nadie niega hoy día. Discutimos con ella cuando entra en coalición, por ejemplo, con alguna otra libertad o con el modo de realizar nuestra vida en torno a algún tipo de actividad, pero si bien es cierto que nadie niega una libertad de ese tipo, lo que si tenemos es una disputa respecto de la descripción, de qué es una religión, y si acaso no sería más apropiado defender tal libertad en términos más restrictivos, por ejemplo como libertad de culto”
Respecto a los problemas y conflictos entre la iglesia y el estado, y entre la religión y la política, Manfred Svensson explicó que “es muy sencillo, en base a qué criterio actuamos cuando actuamos en común con quienes tienen una religión distinta, y nuestra tendencia es espontáneamente creer que todas estas discusiones se zanjan apelando a que si tenemos división iglesia-estado, y es muy bien que la tengamos, pero resulta que iglesia y estado son realidades que son relativamente fáciles de delimitar, bastante más fácil que política y religión, y así como sabemos que la vida política no se agota en la actividad del estado, asimismo la vida religiosa no se agota en la vida eclesiástica. El punto es simplemente comprender que las discusiones jurisdiccionales respecto iglesia-estado son de un orden, pero que ese tipo de herramienta, con todo lo valiosa que es, no permite resolver los problemas más complejos, que son aquellos en los que nos preocupa el vínculo entre religión y política. En cierto sentido uno podría decir que la religión antes la describen como la orientación total de la vida humana, pero la política también es un tipo de modalidad de la vida humana, es frecuente que empecemos a mirar todo tipo de fenómenos como algo que tiene una dimensión política, y uno puede mirar también todo tipo de fenómenos como algo que tiene una dimensión religiosa. La religión y la política no son esferas de la vida, como uno podría decir que la vida de iglesia es una esfera de la vida, pero la religión y la política son dimensiones de la vida, dimensiones que atraviesan la vida completa”.
Por su parte, Joaquín García-Huidobro indicó que “es cierto que en Chile la iglesia está separada del estado, no hay una religión oficial, pero tampoco hay un deporte oficial, a la mayoría nos gusta el fútbol, pero en Chile uno podría decir que el estado está separado del fútbol, y a nadie le extraña que el Presidente de la República asista a un partido de la selección, o que el estado financie canchas de fútbol o de básquetbol, a nadie se le ocurre decir ‘no pero es que está separado del deporte’. Por supuesto que está separado el estado del deporte, pero la vida de los ciudadanos incluye deporte, incluye política, incluye un montón de cosas”.
A la actividad asistieron Alberto Balbontín, decano de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la UV; Inés Robles, secretaria de Facultad; Claudio Oliva, director Escuela de Derecho UV; Luis Saavedra, director regional de la asociación internacional para la libertad religiosa en Chile; representantes de entidades religiosas, académicos y estudiantes.
Actuaron como auspiciadores la organización Valparaíso Evangélico, a través del Comité de Conmemoración 31 de octubre; el departamento de Cultura de la Municipalidad de Valparaíso, y la editorial Ediciones UC.