Xaviera Arancibia creó la agrupación a inicios del 2020, a través de la cual se gestionan acciones para dignificar a los animales.
La pasión de Xaviera Arancibia por los animales data de hace muchos años, ya que rescata animales desde “muy chica” -según indica-, y su paso por la Escuela de Derecho de la Universidad de Valparaíso simplemente reafirmó su deseo de hacer algo por ellos de una manera más organizada.
Xaviera juró como abogada ante la Corte Suprema en 2016, y en cuanto a postgrados es diplomada en Derecho de Contratos de la PUC y magíster en Derecho, mención Derecho Privado, por la Universidad de Valparaíso, el cual realizó gracias al otorgamiento de una beca por parte de la casa de estudios.
Actualmente se desempeña en un Juzgado Civil de Valparaíso, donde ejerce con responsabilidad y compromiso una labor clave para brindar respuestas jurídicas eficaces a quienes las necesitan. Pero esta vocación de servicio que desarrolla en su desempeño profesional también la pone en práctica fuera de su horario laboral, a través de la Fundación ManadaKan, de la cual es fundadora.
Animales y Derecho
El vínculo de Xaviera con la temática del rescate y cuidado de los animales se consolidó mientras estudiaba Derecho de la Universidad de Valparaíso, donde realizó su tesina de pregrado sobre Derecho Animal y además impulsó -junto a un grupo de compañeros- la creación de un curso sobre esa temática, que estuvo a cargo de Alejandra Zúñiga.
“Me acuerdo de que una vez rescatamos una perrita, que se llamaba Joyita del Pacífico. La encontraron unos estudiantes en Pedro Montt y varios profesores ayudaron con la operación, porque había que cortarle una patita. También cuando hice la tesis se hizo el Primer Congreso de Derecho Animal en la Universidad Nacional de Córdoba (Argentina) y fuimos cuatro personas de la Escuela. Además, en la época de los movimientos estudiantiles organizamos varios seminarios sobre ese tema y traíamos a gente como Celeste Jiménez”, rememora.
Ya egresada, continuó con su trabajo de rescate, hasta que durante la época del estallido social y el inicio de la pandemia decidió dar un paso más allá y crear la Fundación.
Consultada por la manera en que su paso por la Escuela de Derecho de la UV le ha aportado en su labor en la Fundación ManadaKan, señaló que “ha sido clave. Allí, más allá de una formación académica estricta, encontré un espacio donde pude expresar ideas, desarrollar pensamiento crítico y nutrirme de un ambiente que permite el debate, la diversidad de miradas y el crecimiento personal”.
“Estudiar en la Escuela de Derecho de la Universidad de Valparaíso significa y contar con herramientas que nos permiten desarrollarnos y desenvolvernos en las más diversas áreas y expresiones de la vida social y jurídica. Es una universidad y escuela que te enseña a pensar con libertad, pero también con responsabilidad, y eso ha influido directamente en la forma en que lidero y organizo un proyecto tan humano e importante como lo es nuestra fundación, cuyos principales ejes son la dignidad, la colaboración y la justicia”, añadió.
Fundación ManadaKan
La Fundación ManadaKan es una organización que tiene por objetivo rescatar, alimentar y esterilizar a los animales más necesitados, para mejorar su calidad de vida y promover el cuidado responsable de los animales en la sociedad, con la visión de crear un mundo en el que todos los animales sean tratados con respeto y compasión.
Junto con la administración y pago de hogares temporales para que los animales puedan vivir con una familia antes de ser adoptados de manera definitiva, la Fundación ManadaKan también gestiona manaditas comunitarias, respecto a la cual explica que “hay una vecina responsable en sectores pobres a los que se manda comida y esterilizamos. Nuestro mayor esfuerzo está centrado en Montedónico, donde si la gente vive mal, los animales peor. De hecho, nuestro eslogan es ‘Llegamos donde nadie llega y tú llegas con nosotros’, porque nadie quiere ir ahí, pero creamos una red de apoyo. Estamos en Valparaíso, pero los socios son casi todos de Santiago, lo cual me emociona, porque pudiendo adoptar allá prefieren hacerlo con nosotros”.
“Uno de los proyectos de la Fundación son los “Templos ladrantes”, para perros, y “Maullantes”, para gatos: una casa para animales viejos que ya no pueden estar en la calle, porque están ciegos y con enfermedades crónicas”, puntualizó.
Xaviera comenta que actualmente “la Fundación ManadaKan se encuentra en una etapa de crecimiento, afianzando el trabajo sostenido que hemos realizado durante seis años. Somos una organización seria, con una vocación clara: dignificar a los animales, y trabajamos colaborativamente con la comunidad para lograrlo”.
“Nuestro financiamiento proviene exclusivamente de los aportes de socias, socios, madrinas y padrinos, personas naturales que deciden comprometerse activamente con nuestra causa. No contamos con aportes del estado ni con apoyo de empresas privadas, lo que hace aún más valioso el respaldo ciudadano que recibimos”, destacó.
Finalmente, la abogada explica que combinar su trabajo con las labores en la fundación “ha sido todo un desafío. Mi jornada laboral es fija, y me tomo con absoluta seriedad la responsabilidad que implica trabajar en el sistema judicial, porque está al servicio de personas que necesitan soluciones reales a sus conflictos, por lo que requiere de toda mi vocación, conocimiento y profesionalismo. Reflejo de aquello, es mi incesante búsqueda de aprendizaje, especialización y estudio, razón por la cual cuento con dos postgrados en materia civil, que es el área en donde trabajo”.
“Fuera de mi horario laboral, dedico mi tiempo a la fundación y también al autocuidado, que considero fundamental para seguir liderando este gran barco llamado ManadaKan, que navega en aguas abiertas del puerto de Valparaíso. Trabajamos en un entorno complejo, donde se requiere estar a la altura, con energía, claridad y convicción”, cerró.
Contacto Fundación ManadaKan: @la_manadakan (Instagram)
Información: Vicerrectoría de Vinculación con el Medio UV.


