La obra fue comentada por Daniela Marzi, presidenta del Tribunal Constitucional, y Christian Viera, profesor de la Escuela de Derecho UV.
Con un amplio marco de público se llevó a cabo la presentación del libro “El trabajo a través del Derecho. Anatomía constitucional de la fábrica” (DER Ediciones) del profesor de la Universidad Diego Portales, José Luis Ugarte, en dependencias de la Escuela de Derecho de la Universidad de Valparaíso.
La obra fue comentada por Daniela Marzi, profesora de Derecho del Trabajo y presidenta del Tribunal Constitucional de Chile, y Christian Viera, profesor y presidente del departamento de Derecho Público de la Escuela de Derecho de la UV, en una actividad que fue moderada por el académico y presidente del departamento de Derecho del Trabajo y Seguridad Social de la UV, Matías Rodríguez.
En su presentación, Daniela Marzi señaló que “para escribir un libro como este se debe haber leído muchísimo, ya que en sus cinco capítulos tenemos la versión más decantada y la comprensión más actual de un muy selecto grupo de autores y autoras de Derecho del Trabajo, y también de teoría política, filosofía e historia. Además, para llegar a construir la arquitectura de este libro, antes se debe haber escrito mucho, porque en esta obra uno detecta una forma propia de trabajar con el material jurídico”.
En esta línea, la autoridad señaló que “Ugarte nos comparte sus lecturas y algo más, que se le da particularmente bien: una propuesta de orden entre ellas”, recogiendo como ejemplo la interpretación del autor sobre Hannah Arendt y su idea del “derecho a tener derechos” y su analogía con la libertad sindical como el derecho que permite tener los otros derechos: “en la obra examina la idea de Arendt sobre el poder como fenómeno de pluralidad, pero también hace una crítica a la comprensión de Arendt acerca de la labor como mera expresión de sumisión y alienación, que no permiten explicar el trabajo como plataforma de identidad y autopercepción de valía en el siglo XX. Por esta razón rescata a Simone Weil, al llamarla mística, pero no utópica, porque sostiene que el trabajo puede ser emancipado, aunque probablemente el orden capitalista no subvertido. Lo mismo con Rosa Luxemburgo, de la que señala su visión política de la huelga de masas como instrumento de tensión hacia el sistema capitalista y lo contrasta con la huelga y sus versiones más domesticadas de la misma época y de su tiempo. Es decir, de estas autoras clave, y también de Marx, Marcuse, Gorz, Berardi y Mark Fisher, en este libro tenemos un itinerario mucho más extenso y también profundo de una multitud de escritores que pensaron el trabajo de su tiempo”, detalló.
Finalmente señaló, parafraseando a Leila Guerriero, quien “se pregunta por qué debiéramos querer que la Inteligencia Artificial piense por nosotros, si lo divertido y la fascinación del lector detective es inmiscuirse en el mundo de otros autores, descubrir las pistas, detectar las influencias, reconocer los temores y develar las intenciones o también denunciar las fallas de quienes pensaron y escribieron antes en un lugar y tiempo determinado. Hay algo desprejuiciado en este libro: el autor se atreve a elaborar y dejarse estimular por todos estos escritores. Ese es el gran ejercicio inteligente y humano del libro”.
A su turno, Christian Viera le preguntó al autor “por qué publica un libro si en el actual sistema universitario renta menos. Ante la exigencia de los papers académicos nos hemos rendido ante un sistema que impuso el paradigma de la ciencia dura, en que sí es relevante ir dando cuenta, paso a paso, los resultados de la investigación. Pero en Ciencias Sociales no somos así, necesitamos calma, serenidad y conversar detenidamente, y este libro se inscribe en lo mejor de la larga tradición universitaria. Un libro permite el camino lento, no es frenético, apresurado o que da por supuesto tales o cuales realidades. Eso hace Ugarte, y aunque aborde cuestiones que para especialistas es sabido, no se ahorra el tiempo para desarrollarlo, porque hay otros tantos que lo van a leer y no lo saben”.
Sobre el libro, el académico añadió que “su bajada de título relata muy bien de qué va el texto “Anatomía constitucional de la fábrica: 1. Anatomía; 2. Constitucional; 3. Fábrica. La primera, anatomía: siguiendo una definición muy básica, anatomía es un término que viene de la biología y trata acerca de la estructura de los seres vivos, es decir, la forma, topografía, ubicación, disposición y relación entre sí de los órganos que componen el cuerpo humano. Llamo la atención que usa en la portada un término bastante heterodoxo, pero que cobra total sentido pues, cual cirujano, va diseccionando las partes del Derecho del Trabajo, pero no solo en términos jurídicos, sino también históricos, filosóficos y sociológicos, y todo eso lo va relacionando y conectando, como ocurre también con nuestra anatomía”.
“Luego viene constitucional. No es un libro que trate de Derecho Constitucional en el trabajo. En efecto hay algo, pero breve. Este libro trata de lo constitucional, pero en lo que esa palabra significa: lo que constituye, lo que fundamenta, lo que da raíces, una genealogía. De hecho, va a los albores del Derecho del Trabajo y lo hace paso a paso siguiendo el camino para llegar a la actualidad. Tercero, fábrica. Etimológicamente fábrica viene del latín fabrica, que significaba ‘arte u oficio’ y se relaciona con faber, que era el término para artesano u obrero, y de esa raíz también viene el verbo fabricāre, que significa hacer. O sea, este libro nos quiere hablar del lugar del trabajo, pero también de los trabajadores y sobre lo que hacen con eso que hacen. En síntesis, estamos en presencia de un libro valioso, académica y profesionalmente, y muy importante para estudiantes del curso de Derecho Colectivo”, cerró.











