Rafael Ríos trabajó en el área de protección legal del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para las y los Refugiados.
Como una experiencia única y gratificante tanto a nivel profesional como personal, describe el egresado de la Escuela de Derecho de la Universidad de Valparaíso, Rafael Ríos, la pasantía desarrollada en el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para las y los Refugiados (ACNUR).
El también ayudante-alumno de la cátedra de Derecho y Tecnologías explicó que “la oficina se encarga de atender a personas refugiadas, solicitantes de refugio, apátridas y también a la población venezolana debido a la crisis migratoria que ha sufrido el país en los últimos años. Brinda tanto ayuda y soporte legal como humanitario, mediante la derivación a agencias socias que trabajan directamente con la oficina”.
Detalló que sus labores fueron progresando a medida que pasaban las semanas. “Estaba a cargo de realizar análisis jurisprudenciales y responder correos electrónicos, para luego llegar, incluso, a realizar atención telefónica, revisión de convenios y contratos, cubrir actividades presenciales, y básicamente, lo que requirieran las jefaturas. También me hice cargo de las derivaciones humanitarias que realizábamos con nuestras agencias socias, para que la población de interés del ACNUR pudiese recibir acceso a necesidades básicas”, explicó.
Rafael Ríos supo acerca de la convocatoria por la profesora Patricia Reyes, “quien, por lo demás, sabe de mi amor y entusiasmo por el área de los derechos humanos. Ella me envió un link de postulación y, luego de enviar la información y mi currículo, me llamaron para ser entrevistado con las jefas de unidad. Me llamaron dos semanas después para avisarme que había quedado seleccionado en el cargo de pasante de protección legal y comencé el 21 de junio del 2021, trabajo que se extendió hasta el 21 de febrero del 2022”.
Formación profesional y personal en la Escuela de Derecho
Consultado respecto a cómo lo aprendido en la Escuela de Derecho de la Universidad de Valparaíso le ayudó en su desempeño em ACNUR, indicó que “la UV sin dudas fue y es un pilar fundamental a la hora de describir quién soy hoy en día. Nuestra universidad me enseñó a desarrollar de mejor forma el tacto y el tino, mis habilidades blandas y cómo enfrentarse a casos de Derechos Humanos”.
“Creo que en ninguna otra universidad hubiese podido desenvolverme y desarrollarme como la persona que soy ahora, y sé que viene muy de cerca la descripción, pero creo que sí soy una buena persona y seré un buen profesional. Es increíble cómo la UV no sólo educa profesionales, sino que personas, y de la mejor forma”, puntualizó.
Respecto a cómo fue su experiencia en la pasantía, aseguró que “fue algo único el poder ayudar a las personas, y el hecho de poder compartir espacio con magnas y magnos profesionales, ha sido una de las mejores experiencias que he tenido en la vida”.
“Ya sea que el ambiente en la oficina fuera virtual o presencial, fue algo impresionante. El trato y la sutileza con que se trataba a todas las personas que pasaban por allí era algo que me quedará grabado por siempre, tanto en el corazón como en la práctica. Aprendí mucho en el ACNUR, y no sólo de lo técnico, sino también de crecimiento personal”.
